
El resto es silencio

Mientras intentaba captar la vida latinoamericana aquí en París, conocí a Daniel.
Daniel es un peruano que emigró a París el 18 de agosto de 1990.
Desde entonces, sirvió en la Legión Extranjera francesa de 1991 a 1997, donde estuvo en países como Camboya y Yibuti durante operaciones de mantenimiento de la paz. La Legión es un cuerpo del ejército francés que consta de varias especialidades. Se creó en 1831 para permitir el ingreso de extranjeros en el ejército francés.
Su historia me llevó a plantearme muchas preguntas sobre la migración, las instituciones, la guerra, la familia, la transculturalidad y todo lo que surgió durante su viaje al dejar su país natal para crear una vida aquí en Francia.
A través de nuestras conversaciones y de sus archivos, me expone su vida con todo detalle.

“Pues me quedé cerca dos días durmiendo en el metro. Pero todo la casualidad de haber conocido unos Peruanos en el metro, eso fue en la Mairie d'Ivry, métro Mairie d'Ivry.
Entonces ya no me daba más, porque ya llegaba estar con hambre o no duermes bien, no conoces, y no sabes no que te puede pasar”.

Aquí con el uniforme de verano para la guardia. Parece mentira, verdad?
“Tienes que hacer una entrevista con un general y preguntaban ‘¿por qué la legión extranjera?’ esto y lo otro.
Mi respuesta era lo clásico, ‘yo siempre he querido ser militar, he querido hacerme oficial, pero lamentablemente la economía de mi país no me permitió. Mis padres no tuvieron los recursos y estuvimos en la epoca de terrorismo y entonces no podiamos salir adelante. Y la clásica: “la legión extranjera más grande del mundo… servir a la Francia…”

Carta de alistamiento (Acte d'engagement) en la que los reclutas se alistan en la legión con una identidad declarada, un nuevo nombre que utilizan durante su primer año de servicio

La información de Daniel de su solicitud de residencia frente a su carta de alistamiento en la legión

“Justamente como yo no tenía familia aquí (francia)... es como una familia. Es una familia. Yo lo tomé como una familia. No estaba solo, con mis amigos… Claro que después vinieron los papeles, pero en el momento no era cuestión de los papeles. Era cuestión de estar ahí y seguir adelante”.

De diferentes nacionalidades, para llevar la paz y proteger las elecciones de mayo. Primera intervención en el extranjero.
“En junio estábamos viajando a Camboya. Fue la primera misión que hizo la legión extranjera al servicio de la ONU. Fuimos el primer detachment que viajó a Camboya. Al principio eran cuatro meses, fuimos por las primeras elecciones que iban hacer en Camboya, porque antes había un rey y una masacre muy grande también del Khmer Rouge, comunistas. Entonces nosotros íbamos justamente para las elecciones y desarmar las fuerzas armadas. Bueno estuvimos allí cuatro meses, y se alargó la misión por tres meses más. Por una parte bien porque cuando tu viajas, te pagan tres veces el salario y es otro mundo también, otra cultura, otra gente, hay miedo pues como en todas partes, igual cuando te toca, te toca. Bajando las escaleras o si te calles en el metro, se acabó ”.

Con un amigo Arequipeño, que conocí en Castelnaudary. Es el único peruano en su regimiento.
“Bueno allí conocí a todos los latinos, allí sí había bastante latinos. Ecuador, Brasil, Argentina, Chile, Perú y Colombia. Cuando hacíamos un equipo de fútbol, ganábamos a todos, ah!”

A mi lado, mi jefe Yugoslavo, más conocido como Cocodrilo, es un hijo de...
Sí, ya sé que la nostalgia no abandona

El calor es tremendo. 30 grados en la sombra.

Con amor para mi madre, a la mujer que me dio la vida y todo lo que soy y seré. Y que siempre vivirá en mi presente. De su hijo, Daniel



Estos son nuestros tanques de reconocimiento. Quizás los mejores del mundo.


Me disloqué el dedo, no fue nada. La batalla continúa.

“De un momento a otro, conocí a una chica por medio de un amigo. La chica era somaliana, salió embarazada, ‘sin autorización’ como se dice. Eso me creó bastante problemas porque mi ligado católica no permitía que yo hiciera abortar, aunque lo quise hacer. Pero tuve una aparición, escuche la virgen y la voz de mi madre diciendo ‘¿Quién eres tú para quitarle la vida a alguien?”, Y le dije a mi jefe, ‘dame la vuelta,’”.

“En conclusión, me creo bastante problemas porque yo ya con cinco años de servicio, había que tener siete años para poder casarse.
Entonces me dijeron: ‘vienes a Francia pero la dejas (a ella) ’. Y yo pregunté: ‘qué tiene que ver mi vida personal con lo que yo iba hacer?’’”

“Y así fue, terminé mi contrato de cinco años y medio de servicio. La traje a Perú, ya con un hijo que habia nacido. Mi hijo ahora llega el 16 de noviembre. Espero en Dios que entre, él también va a postular. Él nació allá en Yibuti”.

“Esto da vueltas, porque por bastante años dejé la legión. Pero siempre está ahí, ahora ver a mi hijo postular es como revivir. Estoy regresando a ese espíritu de haber pertenecido y que mi hijo entre. Que por culpa de él, no segui. Él mismo me dice ‘Papá, yo sé lo que tu has pasado, sé que dejaste la legión por mi y por mi mama, yo espero poder entrar y a ir a mi país, Yibouti, conocer mi tierra, donde nací ’”.
David llegó por primera vez a Francia a principios de diciembre de 2023. Presentó su solicitud para formar parte de la Legión pero como no pudo aprobar los exámenes técnicos, le obligó a buscar oportunidades de empleo en otra parte y empezar de nuevo, igual que su papá ya hace más de 20 años.

Es aquí donde duermo
La cama de Daniel en Camboya, 1993

La cama de su hijo David en París, 2023

“Mi mujer y mi hijo se fueron a Perú. Entonces yo lógicamente, prepararé mis papeles, mi permiso de conducir, mi carta de residencia. Traté de hacer un reagrupamiento familiar en Francia.
Entonces regresó a Perú y me explicó. Y pues imagínate, la madre de mi hijo no hablaba el español, no hablaba nada. Mi familia cómo se comunicaba con ella? ¿Qué les quedaba? A aguantar, como se dice. Y eso fue esa parte. Porque en realidad tuve otra mujer. Y con ella tengo dos hijas. Yo la conocí antes de irme a la legión.
Trabajé en el aeropuerto y viajaba seguido para ver la situación de la madre de mi hijo, para ver otros apartamentos más grandes, más amplios, comprar cosas.
Pero yo no tenía nacionalidad francesa porque estos de la legión me extraditaron. Te acuerdas que me dijeron que si te quedas en Yibuti…, tenía derecho pedir nacionalidad francesa.. Y por venganza no me lo hicieron. Pero claro, tenía mi carta de residencia pero no la nacionalidad. En esa época, para viajar con armas, tenías que ser francés”.

Después trabajé toda mi vida en seguridad. Seguridad de video, me encargaba de las cámaras.
Cuando me separé de la mamá de mis hijas, me chocó bastante. Me puse a tomar, lo clásico. Perdí mi licencia de conducir, fui a trabajar a Carrefour. Entonces cuando tu pasas al tribunal, te quitan la carta militar profesional, y no puedes seguir trabajando en seguridad hasta puf… tienes que esperar… papeleo. Entonces trabajé en las latas, no pierdes el trabajo ahí pero no estás en la misma posición. Estuve como dos años.

Es increíble los caminos y senderos que Dios me permite conocer.
“Creo que esta experiencia me dio la oportunidad de conocer más a mi patria, el derecho de viajar también. La sierra, la selva, la gente. Yo balanzo las dos cosas. El hecho de ser peruano y el hecho de ser legionario. Es un orgullo para mi.
La verdad es que yo me aleje bastante de todo lo que era la legión.
Un día fui a una fiesta de año nuevo y había un amigo colombiano que también estaba en la legión. Fui a esa reunión en Saint Michel, a una discoteca y estábamos ahí los tres, tomándonos un botella de whisky, tres peruanos. Entonces me acerco a la barra a pedir un whisky corte y veo a Mark, que es francés, y sirvió en la legión. Lo agarré y le dije, somos los únicos que pueden saber de esto, lo que es Legio Patria Nostra y brindamos”.


























El resto es silencio
Mientras intentaba captar la vida latinoamericana aquí en París, conocí a Daniel.
Daniel es un peruano que emigró a París el 18 de agosto de 1990.
Desde entonces, sirvió en la Legión Extranjera francesa de 1991 a 1997, donde estuvo en países como Camboya y Yibuti durante operaciones de mantenimiento de la paz. La Legión es un cuerpo del ejército francés que consta de varias especialidades. Se creó en 1831 para permitir el ingreso de extranjeros en el ejército francés.
Su historia me llevó a plantearme muchas preguntas sobre la migración, las instituciones, la guerra, la familia, la transculturalidad y todo lo que surgió durante su viaje al dejar su país natal para crear una vida aquí en Francia.
A través de nuestras conversaciones y de sus archivos, me expone su vida con todo detalle.
“Pues me quedé cerca dos días durmiendo en el metro. Pero todo la casualidad de haber conocido unos Peruanos en el metro, eso fue en la Mairie d'Ivry, métro Mairie d'Ivry.
Entonces ya no me daba más, porque ya llegaba estar con hambre o no duermes bien, no conoces, y no sabes no que te puede pasar”.
Aquí con el uniforme de verano para la guardia. Parece mentira, verdad?
“Tienes que hacer una entrevista con un general y preguntaban ‘¿por qué la legión extranjera?’ esto y lo otro.
Mi respuesta era lo clásico, ‘yo siempre he querido ser militar, he querido hacerme oficial, pero lamentablemente la economía de mi país no me permitió. Mis padres no tuvieron los recursos y estuvimos en la epoca de terrorismo y entonces no podiamos salir adelante. Y la clásica: “la legión extranjera más grande del mundo… servir a la Francia…”
Carta de alistamiento (Acte d'engagement) en la que los reclutas se alistan en la legión con una identidad declarada, un nuevo nombre que utilizan durante su primer año de servicio
La información de Daniel de su solicitud de residencia frente a su carta de alistamiento en la legión
“Justamente como yo no tenía familia aquí (francia)... es como una familia. Es una familia. Yo lo tomé como una familia. No estaba solo, con mis amigos… Claro que después vinieron los papeles, pero en el momento no era cuestión de los papeles. Era cuestión de estar ahí y seguir adelante”.
De diferentes nacionalidades, para llevar la paz y proteger las elecciones de mayo. Primera intervención en el extranjero.
“En junio estábamos viajando a Camboya. Fue la primera misión que hizo la legión extranjera al servicio de la ONU. Fuimos el primer detachment que viajó a Camboya. Al principio eran cuatro meses, fuimos por las primeras elecciones que iban hacer en Camboya, porque antes había un rey y una masacre muy grande también del Khmer Rouge, comunistas. Entonces nosotros íbamos justamente para las elecciones y desarmar las fuerzas armadas. Bueno estuvimos allí cuatro meses, y se alargó la misión por tres meses más. Por una parte bien porque cuando tu viajas, te pagan tres veces el salario y es otro mundo también, otra cultura, otra gente, hay miedo pues como en todas partes, igual cuando te toca, te toca. Bajando las escaleras o si te calles en el metro, se acabó ”.
Con un amigo Arequipeño, que conocí en Castelnaudary. Es el único peruano en su regimiento.
“Bueno allí conocí a todos los latinos, allí sí había bastante latinos. Ecuador, Brasil, Argentina, Chile, Perú y Colombia. Cuando hacíamos un equipo de fútbol, ganábamos a todos, ah!”
A mi lado, mi jefe Yugoslavo, más conocido como Cocodrilo, es un hijo de...
Sí, ya sé que la nostalgia no abandona
El calor es tremendo. 30 grados en la sombra.
Con amor para mi madre, a la mujer que me dio la vida y todo lo que soy y seré. Y que siempre vivirá en mi presente. De su hijo, Daniel
Estos son nuestros tanques de reconocimiento. Quizás los mejores del mundo.
Me disloqué el dedo, no fue nada. La batalla continúa.
“De un momento a otro, conocí a una chica por medio de un amigo. La chica era somaliana, salió embarazada, ‘sin autorización’ como se dice. Eso me creó bastante problemas porque mi ligado católica no permitía que yo hiciera abortar, aunque lo quise hacer. Pero tuve una aparición, escuche la virgen y la voz de mi madre diciendo ‘¿Quién eres tú para quitarle la vida a alguien?”, Y le dije a mi jefe, ‘dame la vuelta,’”.
“En conclusión, me creo bastante problemas porque yo ya con cinco años de servicio, había que tener siete años para poder casarse.
Entonces me dijeron: ‘vienes a Francia pero la dejas (a ella) ’. Y yo pregunté: ‘qué tiene que ver mi vida personal con lo que yo iba hacer?’’”
“Y así fue, terminé mi contrato de cinco años y medio de servicio. La traje a Perú, ya con un hijo que habia nacido. Mi hijo ahora llega el 16 de noviembre. Espero en Dios que entre, él también va a postular. Él nació allá en Yibuti”.
“Esto da vueltas, porque por bastante años dejé la legión. Pero siempre está ahí, ahora ver a mi hijo postular es como revivir. Estoy regresando a ese espíritu de haber pertenecido y que mi hijo entre. Que por culpa de él, no segui. Él mismo me dice ‘Papá, yo sé lo que tu has pasado, sé que dejaste la legión por mi y por mi mama, yo espero poder entrar y a ir a mi país, Yibouti, conocer mi tierra, donde nací ’”.
David llegó por primera vez a Francia a principios de diciembre de 2023. Presentó su solicitud para formar parte de la Legión pero como no pudo aprobar los exámenes técnicos, le obligó a buscar oportunidades de empleo en otra parte y empezar de nuevo, igual que su papá ya hace más de 20 años.
Es aquí donde duermo
La cama de Daniel en Camboya, 1993
La cama de su hijo David en París, 2023
“Mi mujer y mi hijo se fueron a Perú. Entonces yo lógicamente, prepararé mis papeles, mi permiso de conducir, mi carta de residencia. Traté de hacer un reagrupamiento familiar en Francia.
Entonces regresó a Perú y me explicó. Y pues imagínate, la madre de mi hijo no hablaba el español, no hablaba nada. Mi familia cómo se comunicaba con ella? ¿Qué les quedaba? A aguantar, como se dice. Y eso fue esa parte. Porque en realidad tuve otra mujer. Y con ella tengo dos hijas. Yo la conocí antes de irme a la legión.
Trabajé en el aeropuerto y viajaba seguido para ver la situación de la madre de mi hijo, para ver otros apartamentos más grandes, más amplios, comprar cosas.
Pero yo no tenía nacionalidad francesa porque estos de la legión me extraditaron. Te acuerdas que me dijeron que si te quedas en Yibuti…, tenía derecho pedir nacionalidad francesa.. Y por venganza no me lo hicieron. Pero claro, tenía mi carta de residencia pero no la nacionalidad. En esa época, para viajar con armas, tenías que ser francés”.
Después trabajé toda mi vida en seguridad. Seguridad de video, me encargaba de las cámaras.
Cuando me separé de la mamá de mis hijas, me chocó bastante. Me puse a tomar, lo clásico. Perdí mi licencia de conducir, fui a trabajar a Carrefour. Entonces cuando tu pasas al tribunal, te quitan la carta militar profesional, y no puedes seguir trabajando en seguridad hasta puf… tienes que esperar… papeleo. Entonces trabajé en las latas, no pierdes el trabajo ahí pero no estás en la misma posición. Estuve como dos años.
Es increíble los caminos y senderos que Dios me permite conocer.
“Creo que esta experiencia me dio la oportunidad de conocer más a mi patria, el derecho de viajar también. La sierra, la selva, la gente. Yo balanzo las dos cosas. El hecho de ser peruano y el hecho de ser legionario. Es un orgullo para mi.
La verdad es que yo me aleje bastante de todo lo que era la legión.
Un día fui a una fiesta de año nuevo y había un amigo colombiano que también estaba en la legión. Fui a esa reunión en Saint Michel, a una discoteca y estábamos ahí los tres, tomándonos un botella de whisky, tres peruanos. Entonces me acerco a la barra a pedir un whisky corte y veo a Mark, que es francés, y sirvió en la legión. Lo agarré y le dije, somos los únicos que pueden saber de esto, lo que es Legio Patria Nostra y brindamos”.